El sistema linfático ayuda a eliminar los desechos de nuestro cuerpo. Un sistema linfático sano y activo utiliza los movimientos naturales del tejido muscular liso para realizar esta función, sin embargo a veces los líquidos pueden acumularse en el sistema linfático y los ganglios, por una cirugía u otros daños, ocasionando la condición conocida como linfedema.

En casos como este, el médico puede recomendar un masaje de drenaje linfático.

El linfedema

Los procedimientos que afectan o eliminan los ganglios linfáticos pueden causar linfedema como efecto secundario. El linfedema sólo se produce en el área cercana a la cirugía. Por ejemplo, si la persona se somete a una eliminación de ganglios linfáticos como parte de una cirugía para el cáncer de mama en su lado izquierdo, sólo su brazo izquierdo puede verse afectado con linfedema, no el derecho.

El masaje linfático es una técnica de presión suave utilizada para mover los fluidos en la zona dañada, disminuir el dolor y pesadez asociados, así como para evitar una falta de movilidad significativa.

La compensación y la reabsorción

Existen dos etapas en el masaje linfático: la compensación y la reabsorción. El propósito de la compensación es crear un vacío con una ligera presión sobre el área afectada, de modo que pueda recibir más fluido. Esta etapa crea un efecto de lavado.

La compensación involucra a:

• El área linfática supraclavicular: se encuentra directamente debajo de la clavícula
• El área linfática axilar: se encuentra debajo de los brazos
• La parte interior de los codos

Los movimientos de compensación se pueden repetir hasta diez veces al día.

Guía para la compensación

En esta etapa del masaje, asegúrese de compensar la zona supraclavicular, la axilar y la zona interior del codo.

Para compensar la zona supraclavicular, comience colocándose en una superficie cómoda y plana. Cruce los brazos sobre el pecho, con las manos descansando justo debajo de la clavícula. A continuación, trate de levantar los codos lentamente. La acción de los músculos ejerce tanta presión como se requiere para preparar la zona y eliminar el líquido linfático.

Después se debe compensar la zona axilar. Coloque su mano por encima de la cabeza y use la otra mano para frotar suavemente el área de la axila de arriba a abajo. La presión requerida debe ser lo suficientemente suave para mover solo la superficie de la piel.

Por último, compence la zona interior de los codos. Coloque el brazo estirado a su lado. Utilice los dedos de la otra mano para empujar suavemente la piel del codo, una pulgada a la vez.

Recuerde que sólo se requiere una presión muy suave. En el masaje linfático se trabaja con la estructura superficial de la piel, ya que ahí es donde está atrapado el fluido.

Guía para la reabsorción

La segunda parte del masaje linfático es la reabsorción. Para llevar a cabo esta etapa:

1. Comience en la parte afectada más alejada del núcleo del cuerpo. Por ejemplo comience en la punta de los dedos si tiene linfedema en la mano, el brazo o el hombro.
2. Con un movimiento suave, masajee haciendo suficiente presión como para desplazar la superficie de la piel. Masajee de la punta del dedo a la mano, de la mano hasta el codo y del codo al hombro.

La disciplina del paciente es la parte más difícil del auto-cuidado, especialmente para las mujeres que están tan acostumbradas a cuidar de los demás. Se aconseja dedicar al menos 20 minutos al día para realizar el masaje de drenaje linfático. Si se dispone de poco tiempo, se recomienda realizar al menos la etapa de compensación.

Midiendo la eficacia…

¿Cómo sabes si el masaje de drenaje linfático es eficaz? Esta es una técnica de mantenimiento, es decir, el linfedema no debería empeorar si el masaje linfático se practica regularmente. Existe la opción de acudir a un terapeuta calificado para obtener el masaje de drenaje en un consultorio. También se puede incluir el uso de una manga de compresión para evitar la acumulación de líquido.

El masaje es muy bueno, pero tenga en cuenta que el masaje de tejido profundo puede ser demasiado fuerte para una persona con linfedema, así que no asuma que basta con acudir a cualquier masajista. Busque preferiblemente a un terapeuta físico u ocupacional especializado en oncología u otras patologías.